viernes 17 de marzo comenzó la octava edición del Lollapalooza con más de 100 mil personas. El plato fuerte de la primera jornada se lo llevaron Rosalía y Drake. A pesar de que el pronóstico amenazó los días previos con una lluvia, la apertura de la octava edición del Lolla fue con sol radiante, 32 grados, mucho sudor, lentes de sol, gorras y botellitas de agua. 

A las 19 fue el turno de Trueno que sacudió al público en su primera vez en el Lollapalooza y dejó preparado el escenario principal para Chano quien, luego de sus internaciones y la preocupación por su salud, generó mucha expectativa. Si bien ya había vuelto a actuar en público luego de su internación, ahora le tocó regresar a un  festival.

Rosalía sin maquillaje y a capela
Rosalía volvió al Lollapalooza. La primera vez que lo hizo, fue como artista emergente, en aquel entonces se deslumbró del cariño que Argentina tenía por ella. La española salió a escena con “Saoko”. “Buenos Aires siempre tienes esas cosas que me sorprenden”, confesó.

La puesta fue sutil y fina, delicada y contundente como su voz. A medida que el show iba progresando, se fue quitando el maquillaje, el calor la obligó a secarse la cara y quedar al natural, fue entonces que se sentó al piano, pero no le gustó cómo sonaba. “Cuando suene bien voy a cantar ‘Hentai'”, refunfuñó y el público le pidió que cantara a capela. Lo hizo y desplegó un manto hipnótico, tan romántico como sensual.

Su performance incluyó “Blinding Lights” de The Weekend y en “La noche de anoche” compartió su micrófono con el público que se sabía la canción a la perfección.

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