Un grupo de desarrolladores, liderados por el empresario Zhang Yiming, pone a punto una app con la que esperan conquistar el incipiente mercado de plataformas de videos cortos.
En septiembre se produce el esperado lanzamiento. La han llamado Douyin y en menos de un año alcanzará más de 100 millones de usuarios.
Douyin es la versión para China de TikTok, su “hermana gemela”. ByteDance decidió lanzar la aplicación con el nombre de TikTok en Occidente.
Solo TikTok se ha descargado más de 3.500 millones de veces, impulsada por un algoritmo habilidoso -y que genera recelo- que nos engancha sin remedio a la pantalla.
La herramienta recoge mucha información: tu edad, localización, dispositivo y hasta ritmo de tecleo.
No es de extrañar que esto suscite sospechas de varios gobiernos, especialmente por supuestos vínculos de la compañía con el Partido Comunista chino y las acusaciones de que este usa TikTok para espiar y “lavar cerebros”.
Esas preocupaciones se ven agravadas por lo que pasa con la versión china de TikTok -Douyin-, una aplicación fuertemente censurada y, según diversos reportes, diseñada para alentar la viralización de material educativo y no conflictivo.
¿En qué más se diferencian TikTok y Douyin?
Navegar por ambas aplicaciones es prácticamente la misma experiencia: diseños idénticos y menús simples que facilitan la creación, reproducción y búsqueda de videos.
Pero hay varias diferencias.
Lo primero es que son apps distintas. Es decir, abrirse una cuenta en TikTok no es lo mismo que abrírsela en Douyin.
Cuando nacieron, los streamings en directo estaban más establecidos en China que en Occidente. Por lo que desde el comienzo Douyin incentivó los lives entre sus usuarios. TikTok no implementaría esta función hasta la llegada de los confinamientos por el coronavirus.
Del mismo modo, las donaciones a creadores de contenido en Douyin han sido tradicionalmente más comunes que en TikTok.
Otra diferencia clave es dónde se guardan los datos. Con TikTok o cualquier otra red social, la mayoría asumimos su uso mediante un pacto nada secreto: ofrecemos información personal a cambio de entretenimiento.
La posibilidad de que los dueños de TikTok compartan los datos recogidos con el gobierno chino es una de las principales preocupaciones que genera la app entre usuarios y gobiernos, especialmente en Occidente.