El plantel de Boca iba a tener el lunes libre, pero Hugo Ibarra -muy golpeado por la derrota- cambió de planes y citó a los jugadores a las 18 en el predio de Ezeiza. Había cosas para hablar. Como disparador, el muy flojo nivel del equipo en 2023, individualidades que ya no ganan partidos como antes, un rumbo futbolístico difuso. Del lado de los futbolistas, también habían acumulado cosas para decir: sienten que el cuerpo técnico no les da las herramientas necesarias para hacer la diferencia en los partidos, que la rotación de nombres tampoco les da resultados. En el medio, el Consejo de Fútbol liderado por Juan Román Riquelme. ¿Qué piensan? ¿Tomarán un cambio de rumbo en la conducción del grupo?.
Ibarra conversó con los jugadores durante aproximadamente diez minutos. Reconoció que cometieron errores en el cuerpo técnico y les dijo que pretende más actitud y autocrítica para tener mejores rendimientos, ya que espera mucho más de ellos. Los futbolistas no dijeron nada. En el Consejo analizan los pasos a seguir. Todo indica que Ibarra dirigirá el próximo sábado ante Olimpo, por la Copa Argentina, pero su futuro a partir de la próxima semana no sólo estaría atado al resultado sino también al rendimiento mostrado desde lo individual y colectivo.
Su continuidad está bajo la lupa, sobre todo porque se viene el debut de Boca en la Copa Libertadores, previsto para el 5 de abril. La máxima ambición xeneize no podía arrancar con dudas o una relación quebrada entre el entrenador y los jugadores, más allá de que antes están los compromisos con Olimpo (este sábado) por la Copa Argentina, y Barracas Central, por la Liga Profesional 2023.