El mandatario removió a cinco de sus ministros, entre ellos a la canciller Antonia Urrejola, tras una serie de polémicas relacionadas con la política exterior

Tras su primer aniversario como presidente de Chile, y después de sufrir su peor derrota política tras el rechazo en el Congreso de la reforma tributaria destinada a implementar su programa de transformaciones, el presidente Gabriel Boric dio un golpe de timón y realizó su segundo cambio de gabinete en un año.

En una decisión forzada por el revés en el Parlamento y luego de varios traspiés que han ido mermando la agenda de gobierno, la medida incluyó un cambio en cinco ministerios y 15 subsecretarías de corte sectorial, aunque sin incluir el comité político lo que de inmediato generó críticas por parte de la oposición. El anuncio se fraguó durante los últimos días y se cristalizó el viernes 10 cerca de las 15 horas, luego de horas de incertidumbre por el cambio de algunos candidatos y nombramientos de última hora, y la decisión de mantener en su cargo a otros funcionarios cuestionados como el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila.

La modificación más importante ocurrió en la Cancillería, liderada hasta entonces por Antonia Urrejola, y a quien se le sindicó en todas las proyecciones como una de las posibles salidas por la serie de deslices diplomáticos que protagonizó su ministerio y que también incluyó a la Argentina, con la filtración de un polémico audio en que la funcionaria criticaba al embajador en Chile, Rafael Bielsa.

En su reemplazo, Boric decidió nombrar a Alberto van Klaveren, un politólogo, abogado y diplomático chileno de ascendencia judía-neerlandesa que entre 2006 y 2009, e desempeñó como subsecretario de Relaciones Exteriores bajo el gobierno de Michelle Bachelet. Además, fue agente chileno por la demanda marítima peruana ante La Haya y en su currículo figura como miembro del Consejo de Redacción de Cuadernos de Política Exterior Argentina.

Junto a la canciller saliente, otros cuatro ministros fueron removidos de sus cargos correspondientes a las carteras de Obras Públicas, Culturas, Deporte y Ciencias. En la primera repartición se sumará Jessica López, mientras Jaime de Aguirre será el ministro de las Culturas. El exfutbolista –con pasado en Argentinos Juniors– Jaime Pizarro fue nombrado como nueva autoridad en Deportes y Aisén Etcheberry fue la elegida en Ciencia. Dejan el gobierno Juan Carlos García en Obras Públicas; Julieta Brodsky de Culturas; Alexandra Benado de Deportes; y Silvia Díaz de Ciencias.

“A quienes se van, mi cariño y reconocimiento. Sirvieron a Chile con convicción, profesionalismo, sé que dieron lo mejor de ustedes pese a los momentos difíciles y que sacaron tareas importantes. Y estas decisiones son siempre duras, cuentan con todos mi orgullo y respeto”, dijo Boric en relación a las salidas de Juan Carlos García en Obras Públicas; Julieta Brodsky de Culturas; Alexandra Benado de Deportes; y Silvia Díaz de Ciencias.

Si bien el cambio de ministros fue considerado como poco relevante por algunos analistas, sobre todo porque los eternos colaboradores de Boric como la vocera de gobierno Camila Vallejos y su amigo Giorgio Jackson en la cartera de Desarrollo Social continuaron en sus cargos, la gran intervención ocurrió el ámbito de las subsecretarías. En esa área Boric decidió cambiar a 15 nombres, lo que provocó un impacto al interior de los partidos políticos del bloque de gobierno que deberán recalcular su grado de influencia a partir de las nuevas designaciones.

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