En el escenario de desafíos que enfrenta el planeta a nivel climático, la contaminación del aire se destaca como uno persistente. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la contaminación del aire (tanto el exterior como el de interiores) es la presencia en él de agentes químicos, físicos o biológicos que alteran las características naturales de la atmósfera”.

“Los aparatos domésticos de combustión, los vehículos de motor, las instalaciones industriales y los incendios forestales son fuentes habituales de contaminación de aire. Los más preocupantes para la salud pública son las partículas en suspensión, el monóxido de carbono, el ozono, el dióxido de nitrógeno y el dióxido de azufre. Los efectos combinados de la contaminación del aire ambiente y la del aire doméstico se asocian a 6,7 millones de muertes prematuras cada año”, dice la OMS.

En ese sentido, recientemente, dos estudios científicos analizaron el impacto de esta problemática en la salud mental a partir de la exposición prenatal y en el sistema digestivo.

Antes que nada, cabe hacer un repaso sobre el concepto de contaminación del aire. Timoteo Marchini, investigador del Conicet en el Instituto de Bioquímica y Medicina Molecular (IBIMOL) e investigador en el Departamento de Cardiología del Hospital Universitario de Friburgo, Alemania

“La contaminación del aire está compuesta por dos grandes grupos de contaminantes: los gases y el material particulado. Los gases, por lo general, son dióxido de carbono, óxidos de azufre, óxidos de nitrógeno y ozono, y se encuentran especialmente relacionados con alteraciones respiratorias y daños en el pulmón. Los contaminantes que, desde el punto de vista epidemiológico, son de mayor riesgo para la salud son el material particulado, que son partículas sólidas suspendidas en el aire que respiramos”, introdujo Marchini

Contaminación del aire y salud mental
En un estudio publicado en JAMA Network Open, investigadores de la Universidad de Bristol, King’s College London, University College London y la Universidad de Cardiff han revelado que la exposición prenatal a la contaminación del aire está relacionada con el desarrollo de problemas de salud mental en la adolescencia. Este descubrimiento añade una nueva dimensión a la comprensión de cómo las condiciones ambientales durante el embarazo pueden tener efectos duraderos en la salud mental de los niños según los autores.

Los expertos explicaron que la contaminación del aire, compuesta por gases tóxicos y partículas, puede afectar la salud mental a través de diversas vías. Entre ellas, destacaron la posible alteración de la barrera hematoencefálica, la promoción de la neuroinflamación y el estrés oxidativo, y la entrada directa de partículas en el cerebro que podrían dañar el tejido

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