Faltan 18 días para las PASO y el oficialismo enfrenta un panorama complejo para hacer campaña en el terreno que encabeza las preocupaciones del electorado: la economía. Entre la crisis de los mercados y las proyecciones de una nueva alza de la inflación, los candidatos de Unión por la Patria preparan un plan orientado a contrarrestar la perspectiva de esos efectos desde el discurso.

“¿Qué crisis? Hoy bajó el dólar y subieron las acciones y los bonos”, relativizaron la delicada situación desde el Ministerio de Economía, donde Sergio Massa hace equilibrio entre las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la gestión y su rol como precandidato presidencial.

También en la Casa Rosada intentan atenuar la percepción de dificultad de la situación económica. En una entrevista radial, la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, dijo ayer que “la Argentina no está en crisis” y atribuyó la inflación al gobierno de Mauricio Macri, a los efectos de la pandemia, a la guerra en Ucrania y al impacto de la sequía este año. “Estas son las causas claras, externas”, argumentó en diálogo con CNN.

En el búnker de UP, los equipos técnicos se encuentran abocados a reunir datos que sirvan de insumo a sus candidatos para realzar los aspectos positivos de la gestión económica. Por ejemplo, el crecimiento del empleo de manera consecutiva durante los últimos 3 años, uno de los pilares de los mensajes de Alberto Fernández para defender su vapuleado mandato de los embates de la oposición y del kirchnerismo, puertas adentro de la coalición. Desde el propio kirchnerismo abrazarán esa consigna, con el número “redondo” (tres) como novedad. “No queremos plantarnos en el pasado. La idea es mostrar que vamos a una continuidad de un modelo que se enfoca en generar trabajo”, dijeron desde las oficinas vidriadas de la central de campaña que funciona desde hace dos semanas sobre la calle Bartolomé Mitre, a cuadras de la Casa Rosada.

Eduardo "Wado" de Pedro, jefe de campaña de Unión por la Patria (REUTERS)Eduardo “Wado” de Pedro, jefe de campaña de Unión por la Patria (REUTERS)

Más allá del énfasis en las promesas a futuro, no cesarán en recordar la herencia de endeudamiento de Mauricio Macri. “Wado suele decirlo: la gente vota con el bolsillo, pero el bolsillo también tiene memoria”, dijeron desde la jefatura de la campaña, a cargo del ministro del Interior, Eduardo De Pedro. Apuestan a un escenario de suma cero, donde logren neutralizar la mirada pesimista del Gobierno sobre el presente con el recuerdo, también negativo, de la administración de Juntos por el Cambio.

Frente a la escalada del dólar blue, del múltiple desdoblamiento cambiario, de la devaluación de los salarios, de la incertidumbre entre los formadores de precios y con una inflación proyectada en alza para agosto, en Economía, más que en el camino recorrido desde 2019, cuando asumió el Frente de Todos, prefieren enfocarse en los once meses que lleva Massa a cargo de la cartera económica.

Las palabras clave que empezarán a escucharse con cada vez mayor frecuencia en relación a la gestión massista serán “orden” y “avance”, siempre aplicadas al terreno económico, en contraposición con “las ideas de Javier Milei y sus adláteres”, por Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, a quienes intentarán mencionar lo menos posible. Creen que no es conveniente contraponer con el Pro. En cambio, apuntan a promover indirectamente el crecimiento de La Libertad Avanza y, especulan, la consecuente fuga de respaldo por extrema derecha en detrimento del partido que fundó Macri. De los tres temas centrales con los que busca diferenciarse del candidato outsider, dos son económicos: la dolarización y las privatizaciones. El tercero es social, contra su propuesta de arancelamiento de la educación.

En el comando de campaña se esfuerzan pensar cómo compensar el daño sobre la intención de voto espacio que provoca el principal problema, la inflación, que alcanzará un acumulado anual histórico del 120 por ciento en diciembre según el último análisis del FMI. Por ahora, la hoja de ruta indica enfocarse en medidas de corto plazo, como las paritarias -con promesas de que les ganarán a la inflación este año, un panorama poco factible en el grueso de los gremios-; los incentivos al turismo interno -Massa ya prometió que el PreViaje continuará por dos años más-; y las referencias a mejorías de la macroeconomía a futuro a partir de la exportación de energía para abastecimiento interno y exportación destinada al ingreso de divisas tras la la terminación de los gasoductos.

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Los discursos de Massa en primera persona combinan las promesas con cierto grado de autocrítica, aunque siempre en plural. En Florencio Varela les habló “los que esperaban más de nosotros”. Y hace dos días, adujo ante los cuestionamientos del presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, por las últimas, polémicas políticas cambiarias, que “hay medidas transitorias que pueden ser más o menos agradables, pero tienen que ver con la realidad del momento”.

Entre la relativización de los indicadores negativos, en los despachos del Gobierno y el búnker de Unión por la Patria le dan forma sobre la marcha y a contrarreloj en una campaña que arrancó muy lenta por las internas, al motor que busca generar expectativa en el electorado a pesar del intrincado presente. “Se viene un semestre muy bueno para la Argentina”, aseguran, en referencia a 2024. Antes, falta terminar la campaña para las PASO, que muchos en el propio oficialismo califican como “poco atractiva”, quizá, por la crisis que impide al principal ministro y candidato enfocarse de lleno en su rol político.

Esta semana, Massa intentará cambiar el rumbo. Después de dedicar la mayor concentración al Fondo, le entre el lunes y el martes le dedicó varias horas a una visita a Santiago del Estero, donde pasó la noche y participó de un acto local. Y el próximo jueves, mientras espera anunciar formalmente el acuerdo por la deuda, tiene decidido arrancar un tour proselitista por el interior del país, que incluirá visitas hasta el sábado a San Juan, La Rioja y Tucumán. Junto a su compañero de fórmula, Agustín Rossi, y el primer candidato a Senador, el kirchnerista Eduardo “Wado” de Pedro, los núcleos centrales de la arenga serán, en principio, el turismo y la energía. “Además de mostrarse con gobernadores que jugaron a la unidad, la idea es exhibir la fortaleza en esos dos ejes de Massa, y explicar por qué son la matriz de su funcionamiento económico. Son lugares con pleno empleo, genuino, y crecimiento económico”, dijeron. A la vuelta, los equipos de UP están planificando un acto en La Matanza, el corazón del conurbano, donde se concentra la mayor parte de los votos de la Provincia y preocupa la interna.

El sábado, después de encabezar su última actividad en el territorio de Juan Manzur, el candidato presidencial volverá a Buenos Aires, y todavía no está confirmado si irá a la Sociedad Rural.

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