El uso diario de un televisor puede llevar a que, con el paso del tiempo, su rendimiento se vea afectado. La lentitud en la interfaz, el congelamiento de la imagen o la desconexión inesperada del sistema son problemas comunes que muchos usuarios enfrentan. Para resolverlo existe un truco que solo tarda 10 segundos.
Antes de pensar en la posibilidad de una falla irreversible o en reemplazar el dispositivo, hay que probar una solución que optimiza el rendimiento del Smart TV y para la que solo necesitamos usar el control del dispositivo.
Por qué el televisor se vuelve lento con el tiempo
A medida que utilizamos un televisor inteligente, este va acumulando datos temporales en su memoria caché. Cada vez que se abren aplicaciones de streaming, se navega por los menús o se realiza alguna actividad dentro del sistema, el televisor guarda información momentánea para agilizar el acceso a ciertas funciones en futuras ocasiones.
Sin embargo, con el paso de los días y a medida que usamos más aplicaciones o realizamos más actividades, estos datos innecesarios se van acumulando, lo que termina sobrecargando el sistema operativo
Cómo es el truco de los 10 segundos
Para devolverle a tu Smart TV la velocidad de sus primeros días, no necesitas ser un experto en tecnología ni contar con herramientas especializadas. El truco es extremadamente sencillo: realizar un reinicio completo del televisor y esperar 10 segundos antes de volver a encenderlo. Este procedimiento puede hacer maravillas para optimizar el funcionamiento del dispositivo.
El funcionamiento de un televisor moderno no es tan simple como el de los modelos tradicionales. Muchos televisores inteligentes, a diferencia de otros dispositivos como computadoras o teléfonos móviles, no se apagan por completo cuando presionamos el botón de encendido. En lugar de apagarse totalmente, los televisores suelen entrar en un estado de suspensión o reposo, donde siguen ejecutándose ciertos procesos en segundo plano.
Este modo de reposo impide que se liberen completamente los recursos del sistema, lo que deja abiertos procesos innecesarios que terminan afectando el rendimiento del televisor. Al apagar el televisor de forma tradicional con el control remoto, no se reinician los procesos activos ni se libera la memoria caché. Solo al desconectarlo de la corriente se logra un apagado total, lo que permite que el televisor “arranque” de cero.
Este procedimiento, por sencillo que parezca, permite borrar datos temporales acumulados, eliminar procesos que se ejecutan en segundo plano y garantizar que el sistema operativo inicie de manera limpia. El reinicio completo también ayuda a restablecer la conexión a Internet y mejora la respuesta del dispositivo, tal como ocurre cuando reiniciamos un computador o un teléfono móvil para mejorar su rendimiento.
Cómo realizar el truco de los 10 segundos
Entra en el menú de ajustes de tu televisor. Esta opción suele encontrarse en el área de configuración del sistema o de ajustes avanzados.
Dentro de los ajustes del sistema, selecciona la opción de “Reinicio” o “Reiniciar” (dependiendo del modelo de tu televisor). Esto apagará y reiniciará el televisor automáticamente. Si tu televisor es Android TV y no tiene esta opción en el menú, puedes proceder manualmente.
Si no encuentras la opción de reinicio, apaga el televisor con el mando a distancia y desconéctalo de la corriente. Deja el televisor desconectado por al menos 10 segundos.
Transcurrido ese tiempo, vuelve a enchufarlo y enciéndelo. El televisor se iniciará con todos sus procesos frescos y la memoria caché borrada, lo que restaurará su velocidad.
Este sencillo truco es altamente recomendable hacerlo de forma regular. Dependiendo del uso que le des, puedes realizarlo cada semana o cada 15 días. De esta forma, se mantendrá el rendimiento del televisor y evitarás los problemas derivados de la acumulación de datos innecesarios.