First Republic BankThe First Republic Bank in New York, on March 11, 2023. The shares of First Republic Bank fell 60 percent on Monday, March 13, 2023. (Casey Steffens/The New York Times)

Un día después de que 11 de los bancos más grandes de los Estados Unidos se unieran para crear un paquete de USD 30.000 millones de rescate para First Republic Bank, la más frágil de las entidades financieras norteamericanas luego del colpaso de Silicon Valley Bank, las acciones del banco californiano se desploman casi 15% en las operaciones previas a la apertura de Wall Street. Del otro lado del mar, en Zurich, los papeles de Credit Suisse llegaron a caer más del 10% pese a que acaba de recibir un salvavidas de USD 54.000 millones del Banco Nacional de Suiza. Los rescates, por ahora, no han sido suficientes para calmar los temores.

Las acciones de bancos regionales de Estados Unidos cayeron a primera hora del viernes, incluso después de que las mayores entidades financieras del país acordaran inyectar USD 30.000 millones en depósitos no asegurados en First Republic Bank.

Las acciones de First Republic, que cerraron un 10% al alza el jueves, apuntaban un 14,39% a la baja antes de la apertura del viernes, mientras que PacWest Bancorp cedía un 5,85 por ciento. First Republic también suspendió su dividendo después de horas, añadiendo presión a las acciones.

A Flourish chart

El plan de rescate, en el que participan muchos de los mayores bancos de Estados Unidos, incluidos Bank of America BAC, Citigroup y JPMorgan Chase, supuso inicialmente cierto alivio para las acciones de los bancos regionales, pero ese optimismo parece haber durado poco.

El consorcio de 11 bancos también incluye a Wells Fargo, Goldman Sachs, Morgan Stanley, Bank of New York Mellon, PNC Financial Services Group, State Street, Truist Financial y U.S. Bancorp.

Las principales entidades financieras de los Estados Unidos dieron un paso adelante ayer jueves para intentar apoyar al banco en problemas con la esperanza de desterrar las dudas de los inversores respecto a la solvencia del sistema financiero en su conjunto. Pero al menos en las primeras horas, el golpe de efecto parece estar dando pocos resultados.

La medida refleja su “confianza en el sistema bancario del país”, dijeron los bancos en un comunicado conjunto. “Los mayores bancos de Estados Unidos están unidos junto a todos los bancos para apoyar nuestra economía y a todos los que nos rodean”, añadieron.

Pero no todos vieron la movida como un paso en dirección de mayor tranquilidad.

El mítico inversor activista Bill Ackman dijo que la intervención sólo sirvió para extender el riesgo de contagio. “El resultado es que el riesgo de impago del First Republic Bank se está extendiendo ahora a nuestros mayores bancos. Extender el riesgo de contagio financiero para lograr una falsa sensación de confianza en First Republic es una mala política”, dijo en un tuit a última hora del jueves.

“El resultado es que el riesgo de impago del First Republic Bank se está extendiendo ahora a nuestros mayores bancos. Extender el riesgo de contagio financiero para lograr una falsa sensación de confianza en First Republic es una mala política” (Ackman)

La crisis bancaria que se inició la semana pasada con el colapso, primero, de Silicon Valley Bank y, luego, de Signature Bank ya requirió la intervención del Gobierno de los EEUU que, el domingo pasado, se hizo cargo de devolver todos los depósitos de esas dos entidades para intentar frenar una corrida contra todo el sistema.

El de este jueves fue un rescate distinto, protagonizado por el sector privado, consciente de que los problemas de instituciones medianas pueden generar contagios a todo el sistema financiero.

Tampoco en Europa hubo suerte con las medidas de rescate. Mientras los inversores desconfiaban de la salud de los bancos en todo el mundo, Credit Suisse -en problemas hace varios años- sufrió una enorme caída del valor de su acción. Eso llevó al Banco Nacional de Suiza, el banco central de ese país, a poner a disposición un salvavidas de USD 54.000 millones para la entidad. Pero después de un rebote el jueves, la acción vuelve a sufrir.

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