El Napoli volvió a ser campeón en Italia luego de 33 años y sus fanáticos vivieron una fiesta inolvidable en el estadio Diego Armando Maradona, donde no se estaba jugando el partido. En Udine, al norte del país, el equipo de Luciano Spalletti empataba 1-1 con Udinese gracias al gol del nigeriano Victor Osimhen en el minuto 52 del encuentro de la 33° fecha de la Serie A.

Cinco fechas antes de la finalización del torneo doméstico, el combinado liderado por Luciano Spalletti logró el objetivo que se le había escapado en 2019, cuando debieron conformarse con el subcampeonato. Así como en las temporadas de 1986/87 y 1989790 el Pelusa se atrevió a luchar contra las potencias del norte, en este caso los héroes de los Partenopei quebraron todos los pronósticos al protagonizar la gesta luego de 25 victorias, 5 empates y 3 derrotas

Figuras provenientes de países excéntricos como Macedonia (Eljif Elmas), Georgia (Khvicha Kvaratskhelia), Kosovo (Amir Rrahmani), Camerún (André Zambo Anguissa), Corea del Sur (Kim Min-Jae), Noruega (Leo Skiri Ostigard), Eslovaquia (Stanislav Lobotka), Nigeria (Victor Osimhen) y Polonia (Piotr Zielinski y Bartosz Bereszynski) conformaron la legión de extranjeros que se afianzaron en un plantel que revolucionó el Calcio.

En esta oportunidad, el aporte argentino fue de Gio Simeone, quien estuvo acompañado de otros latinos como Hirving Lozano (México), Mathías Olivera (Uruguay) y Juan Jesus (Brasil) para descontrolar el Totonero (NdA: nombre popular de las apuestas clandestinas) y llevar a los humildes por encima de los gigantes que tradicionalmente se consagran en el Viejo Continente como la Juventus (39 títulos de Liga), el Milan (19) o el Inter (19).

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