El actor vietnamita-estadounidense, conocido por su actuación en famosas películas de la década de los ochenta, protagonizó finalmente su escena más emotiva al recibir su premio por su papel en Todo en todas partes al mismo tiempo
Totalmente sumergido en lágrimas, expresó: “Mi mamá tiene 84 años y está en casa viéndome. Mamá, acabo de ganar un Oscar”. Todo el teatro aplaudió emocionado hasta que se hizo un silencio y el actor pudo seguir con su emotivo y sincero discurso. “Mi viaje empezó en un bote. Viví un año en un campo de refugiados y de alguna forma he acabado aquí, en el mayor escenario de Hollywood. Dicen que historias como esta solo ocurren en las películas. No puedo creer que esto me esté pasando a mí. Este es el sueño americano”, dijo el actor de 51 años para cerrar y volver a ser ovacionado.
Es que su vida y el camino hacia la fama, como bien contó, no fue para nada sencillo. En 1978, Ke Huy Quan huyó hacia un campo de refugiados en Hong Kong con su familia. En 1979 se trasladaron a California y allí, a sus 12 años, parece haber sido tocado por la varita mágica cuando fue elegido para interpretar al pequeño Tapón en Indiana Jones y el templo maldito, junto a Harrison Ford y dirigido nada menos que por Steven Spielberg. Su vida y la de su familia definitivamente comenzaba a cambiar.
El encuentro detrás de escena y ambos con premio en mano con Brendan Fraser también fue retratado y los cinéfilos pronto buscaron aquellas escenas compartidas en el filme de 1992, donde ambos eran adolescentes. Ahora ya consagrados y reconocidos por el público y la crítica, pudieron darse un abrazo años y saludarse años después, ganadores tras fuertes luchas y posteriores resiliencias. Porque los sueños se cumplen, aunque a veces, cuesten un poquito más.